Francisco García López, popularmente conocido como “Paco el de la Cristina”, nació un 23 de noviembre del año 1931, en la calle Enseñanza.
A los pocos años su familia se trasladó a la calle Labradores, en unos convulsos años 30, en los que Paco, como cualquier niño de su edad sin tener ninguna convicción ideológica tuvo que vivir la crudeza del enfrentamiento bélico que arrasó nuestro país. Empezó su formación escolar en el Asilo. Por las tardes tenía dos pasiones: darle patadas a la pelota de trapo por la eras (es decir el fútbol), y tocar la guitarra. Pasión ésta que afloraría en Paco a la temprana edad de 7 años, teniendo como maestro a D. Armando “el ciego” el cual le cobraba 20 céntimos de peseta por cada una de sus clases.
Junto a D. Armando y otros compañeros formaron un pequeño grupo con el cual amenizaban bodas, bautizos o cualquier otra celebración. El exceso de guitarras en este grupo hizo que Paco aprendiera a tocar la bandurria. Ya corría el año 44, cuando Paco, junto a sus amigos “El Colorao” e “Higuerillas”, al cual recordaba como un virtuoso de la guitarra, formaron su propio trío.
Ese mismo año, D. José Villajos natural de Almodóvar del Campo, fue el maestro encargado de reorganizar la Banda Municipal de Música “La Lira”, desaparecida durante la Guerra Civil. Un grupo heterogéneo, formado por antiguos miembros, a los que se unía la fuerza de jóvenes músicos como Paco, o sus amigos Salvador, Pepe “Tulia”, “Jicarilla”… Con 14 años, Paco aprendió a tocar la Trompeta, aunque no fue su único instrumento dentro de la Banda, ya que también tocó el Fliscorno, el Fliscorno Bajo y el Trombón, según las necesidades, durante más de quince años.
Formó parte de la orquesta compuesta por Salvador, Diego y compañía, que amenizaban los bailes de Carnaval en el Cine Coliseo (donde actualmente se encuentra un supermercado) fiesta prohibida por las autoridades de la época.
Entre melodías y canciones, Paco seguió disfrutando del fútbol, primero en el C.F. Retamar equipo rival del C.F. Acción Católica, con el que se vivían intensos derbys moraleños en el “Cercao de la Pepica” (que hacía las veces de campo de fútbol en Moral de Cva), y después en otros clubs de la provincia como el Infantes, o el Valdepeñas en 3ª división nacional.
Compaginaba los entrenamientos futbolísticos con los de la bicicleta, deporte no tan extendido y popular como lo es hoy en día. Duros entrenamientos de 130 e incluso 150 km en una bici de paseo a la que cambió el manillar y quitó los guardabarros para aligerar el peso, hasta que pudo adquirir otra bicicleta de segunda mano a un corredor francés que formaba parte de la Vuelta Ciclista a España en su primer paso por la vecina Valdepeñas. Por imposición paterna abandonó dicho deporte, habiendo conseguido antes algunos trofeos.
Por los avatares de la vida, Paco tuvo que emigrar en busca de trabajo con tan sólo 23 años. Elorrio, Manresa o Barcelona fueron algunos de sus destinos… a pesar de ello, nunca dejó de practicar sus grandes pasiones, la música y el deporte. Fue miembro de la Banda Municipal de Elorrio y también de su equipo de fútbol. En Manresa formó parte del Grupo de Teatro de un Colegio Franciscano en el que amenizaban los entreactos con su música. Allí enseñó a tocar la guitarra a algunos paisanos.
A su vuelta a Moral de Calatrava, en los años 70, junto a otros amigos como Juan Ramón García, encabezaron el proyecto de formar una Rondalla que llegó a contar con algo más de una treintena de chavales jóvenes a los que enseñan a tocar, y que a pesar de su desaparición, con los años sirvió como semilla de posteriores formaciones.
Con la desaparición del anterior grupo, Paco pasó a formar parte del Grupo de Coros y Danzas Viñas del Agua en el que se mantuvo hasta el año 1996 en que éste desapareció, y con el cual recorrió numerosas localidades, dentro y fuera de nuestra región: León, Barcelona e incluso Avignon en Francia.
De nuevo el devenir de la vida hace que viva a medio camino entre su pueblo natal y Herencia, y de nuevo Paco se integra en dos nuevos grupos, el Grupo Folklórico de Herencia y después el Grupo de Coros y Danzas Virgen de la Merced, de la misma localidad, hasta el año 2006 en que vuelve a Moral de Calatrava de forma definitiva.
Desde entonces y hasta que su salud lo permitió forma parte de la Rondalla de la Tercera Edad, a la que todos hemos visto alguna vez actuar en la noche de los Mayos, o El Día del Abuelo, Villancicos… o en cualquier otra ocasión, ya que cualquier excusa es válida para juntarse a tocar, cantar y pasar una tarde agradable con sus amigos. Francisco murió el 12 de marzo de 2016.