Mayos y Cruces

«Si es que estás enfadada niña manchega, por el beso que anoche te di en la reja. Si es que estás enfadada y no lo quieres, esta noche en la reja me lo devuelves«.

– MAYO A LAS MOZAS DE MORAL –

Como todos saben la llegada de la primavera, la celebración de la vida, el florecimiento de cosechas, la fertilidad de los campos, el canto y ronda a las mujeres y posteriormente la cristianizada festividad de la Exaltación de la Cruz, es decir la Celebración de Mayo, es una de las fiestas más arraigadas de La Mancha.

Si bien en Moral de Calatrava nunca gozó de un protagonismo especial dentro del calendario festivo, no es menos cierto que desde tiempos inmemoriales se tiene constancia de que los mozos salían en cuadrilla a rondar a las damas en la madrugada del 30 de abril al 1 de mayo con sus guitarras, bandurrias, acordeones y voces.

Esta celebración ha pervivido gracias al empeño posterior de diferentes colectivos: La Rondalla escolar de D. Vicente, «La Tuna» de Juan Fco. García y Paco García, Coros y Danzas Viñas del Agua, y en última instancia la Asociación de Amas de Casa y la Rondalla de la 3ª edad, han mantenido viva la llama de la tradición, de forma tenue, pero encendida.

Es con el nacimiento de nuestra asociación cuando se ha intentado revitalizar esta festividad con diferentes actividades que complementan la tradicional ronda de mozas, como son el Concurso Local de Cruces (primero de manera independiente y de forma posterior con la colaboración económica del Excmo. Ayuntamiento), la celebración de festivales, conciertos y otras actividades de carácter etnográfico.

Desde el año 2014 Aires de Moral organiza el CONCURSO LOCAL DE CRUCES con la colaboración del Excmo. Ayuntamiento.

Si bien «vestir» o «montar» la Cruz tiene claros orígenes precristianos, la Iglesia adoptó como en otras ocasiones las fiestas paganas a motivos religiosos, sustituyendo en este caso el tótem de la primavera por la Santa Cruz.

En Moral de Calatrava esta tradición ha contado con gran arraigo y popularidad, venida a menos en las últimas décadas.  Montar la Cruz ha sido algo cotidiano cada mes de mayo en decenas de casas de la localidad, y los motivos religiosos o «promesas» originarias dieron paso a la tradición en generaciones posteriores, perdiéndose en el tiempo en el peor de los casos. Hoy en día son menos los particulares y más las asociaciones, colectivos y hermandades las que han tomado la iniciativa para que no se pierdan nuestras raíces, con Aires de Moral a la cabeza.